El avión aterrizó hace una semana. Tal vez yo apenas lo esté haciendo. El modo de vida gringo se comienza a difuminar lentamente: la adicción a amazon.com, la sonrisa inmediata al reconocer a un latinoamericano, los correos de Kevin, el carro de Yamato. Quiero pensar que tomamos la decisión de dejar Atlanta en el momento justo, que no hemos perdido demasiado de Bogotá y que tal vez el daño cerebral no haya sido irreparable.
Pero tal vez haya sido demasiado. Hemos discutido el problema de la Universidad Nacional. Al parecer la actual crisis ha sido causada por un error interno, administrativo: las mismas directivas de la universidad dejaron de pagar los aportes al fondo de pensiones. Eso es, precisamente, tener rabo de paja y echarse gasolina encima a ver si los enemigos de la U tienen fósforos. La Universidad tiene que cambiar, tiene que ser más eficiente. El sistema educativo es el que puede generar una cultura racional y no inmediatista en Colombia, algo absolutamente necesario, viendo los ultimos acontecimientos.
Fidel se pregunta sobre la validez de ser o no Colombiano. Yo creo que lo único que hace a las superpotencias tan poderosas es la facilidad de explotar a los paises pobres. Muchas veces nosotros mismos “nos dejamos”. Colombia debería cobrar un impuesto a aquellos que, habiendose beneficiado de la educación pública de calidad, deciden continuar sus vidas en otros países. Un compañero en Tech me decía: “stay here, help keep america stronger”. Eso es lo que hacemos al emigrar, fortalecer a los paises desarrollados con lo más valioso que tiene latinoamérica. Ojo, no estoy juzgando a nadie, es obvio que esa decisión es mucho más compleja porque involucra los sueños personales y las posibilidades de desarrollo profesional de cada quien.
Por lo pronto yo me voy a tomarme otro jugo tutifruti de mora. Y a pensar en mi proyecto de doctorado. Ojalá que lo pueda hacer aquí en locombia.